VOCES DE MUJERES
CULTURA Voces de mujeres
Poetas argentinas que se apartan del lloriqueo para expresarse con ironía
La escritora Irene Gruss reunió en un libro la obra de una treintena de autoras nacidas entre 1940 y 1960. “Lo predominante -dijo- es la voz de cada una y la originalidad, más allá de corrientes o etiquetas”. Se advierte un claro contraste entre las poetas de las provincias y las porteñas
“Pudiera ser que todo lo que en verso he sentido no fuera más que aquello que nunca pudo ser...”
(Alfonsina Storni 1892-1938)
La escritora que se quitó la vida en la ciudad de Mar del Plata fue una de las más talentosas (y afamadas) de nuestro universo literario. Pero no es la única, sino que hay muchas más; y de ellas se ocupa Poetas argentinas, un libro de reciente aparición.
Según explicó la compiladora Irene Gruss, este libro reúne la obra de una treintena de autoras nacidas entre 1940 y 1960, que eluden el tono autocompasivo de “remanido lloriqueo” y despliegan una diversidad expresiva con ironía y tono zumbón.
Tras acertar que en las últimas décadas hubo en América latina una eclosión de poetas mujeres, “sobre todo en la Argentina”, Gruss (poeta y responsable de la antología) señala que se valió de un criterio de selección arbitrario.
Poetas argentinas reúne a voces como Diana Bellessi y Susana Villalba; y abre un abanico expresivo que va de la poesía en prosa a la textura surrealista, del poema epigramático a una oralidad expansiva, y del juego fónico al recogimiento místico.
“Lo predominante -dice Gruss- es la voz de cada una y la originalidad, más allá de corrientes o etiquetas. Sería interesante que se analizara precisamente a cada cual, y también este fenómeno de que haya tantas voces intensas y destacables. Lo interesante, también, es el contraste entre las poetas de las provincias y las de la ciudad de Buenos Aires. Incluso las que viven en zonas urbanas, su tono, la forma y la expresión son totalmente diferentes, y tienen una riqueza admirable”.
Asegura la responsable de esta compilación -autora por su parte de los libros de poesía La luz en la ventana y La dicha- que si bien las autoras tienen alguna cercanía con poetas reconocidas como Alfonsina Storni, Olga Orozco y Alejandra Pizarnik, escucha otras voces en cada una de ellas.
Vale decir que si bien hay “una herencia”, también se despegan de esas influencias, para “imponerse por sobre todo tipo de mandatos”.
Al tono de gravedad de algunas de las voces se contrapone en este libro un tono divertido, festivo, desacartonado y con sarcasmo. Gruss asiente con entusiasmo a esta idea: “Claro que sí. También me encargué de encontrar poetas que no sufrieran demasiado”.
“Mi intención -concluyó- fue mostrar cómo en estas generaciones se ha peleado contra la autocompasión o el remanido lloriqueo”.
Fuente: www.diariohoy.net
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