La Metamorfosis: un relato de excluidos
La Metamorfosis produce una real fascinación sobre mí. La leí a distintas edades, en cada una de las cuales me incliné por una racionalización de su argumento.
Verdaderamente comenzar con "Cuando una mañana se despertó, Gregorio Samsa, después de un sueño agitado, se encontró en su cama transformado en un espantoso insecto" es brillante ¿cómo podríamos dejar de leer?
Recuperar la frase dentro del realismo mágico es tan atrayente, que fue la primera interpretación que hice. Un horrible ser reptando por las paredes, con heridas pustulentas, provocando el horror de la familia, es una idea lo suficientemente fuerte.
Pero la genialidad de Kafka reside en inaugurar símbolos tan fuertes que todavía calificamos como "kafkiana" alguna anécdota intrincada de nuestra vida.
Ni bien seguimos con la lectura, aquella primera frase la del monstruo, la del horror, deja de tener magnetismo, porque entramos en ese ser y entramos en el entramado familiar, en los sentimientos mezquinos que sienten ante él, ya que mantenía a todos con su trabajo que odiaba y con su enfermedad no "sirve".
Ahora me inclino por otra visión, la de la persona que en momento de su vida ha sido usada, por su familia o por el sistema, dándo frutos a costo de su propia dignidad, dejando de ver sus frustraciones para proteger los intereses económicos y de poder de otros. pues bien, una vez que este objetivo no puede cumplirse, nos enfermamos, nos enloquecemos o simplemente envejecemos somos tratados como seres nauseabundos que sólo se merecen un plato de comida en mal estado.
Lo enternecedor de Gregorio, y de cualquier excluido, es que a pesar de su condición extrema, alimenta sentimientos de culpa y deseos de protección hacia los verdugos. En una especie de sumisión absoluta, de sentirse nada.
Todo excluido para serlo alguna vez tuvo un lugar, hasta que fue útil, pensemos esto en países como el nuestro, en donde es cada vez mayor el número de personas arrojadas fuera del sistema, enfermas por esto y llevando una vida con culpa y sin dignidad.
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