La inmadurez de la cultura
Es un hecho que los hombres están obligados a ocultar su inmadurez, pues a la exteriorización sólo se presta lo que ya está maduro en nosotros. [Mi novela] Ferdydurke plantea esta pregunta: ¿no veis que vuestra madurez exterior es una ficción y que todo lo que podéis expresar no corresponde a vuestra realidad íntima? Mientras fingís ser maduros vivís, en realidad, en un mundo bien distinto. Si no lográis juntar de algún modo más estrecho esos dos mundos, la cultura será siempre para vosotros un instrumento de engaño.
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Ferdydurke no sólo se ocupa de lo que podríamos llamar la inmadurez natural del hombre, sino, ante todo, de la inmadurez lograda por medios artificiales: es decir, que un hombre empuja al otro a la inmadurez y que también —¡qué raro!— del mismo modo actúa la cultura. Existen muchas razones por las cuales uno tiene interés en que otro caiga en la inmadurez, pero la más importante es nuestro amor por la inmadurez en sí. Ahora, la cultura infantiliza al hombre porque ella tiende a desarrollarse mecánicamente y por lo tanto le supera y se aleja de él.
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Si yo, hablando con Fulano, trato siempre de ser lo mejor educado posible y él hace lo mismo respecto de mí, nuestra conversación pronto se volverá tan bien educada que terminaremos por sentirnos muy molestos; y eso es lo que ocurre con nuestro arte que se vuelve demasiado artístico, con nuestra sutileza que se vuelve demasiado sutil o nuestro heroísmo que se vuelve demasiado heroico. ¿Qué nos queda entonces por hacer? Estamos en la situación de un niño que se ve obligado a llevar un traje demasiado grande para él y en el cual se siente incómodo y ridículo; el niño no puede quitárselo puesto que no tiene ningún otro, pero, por lo menos, puede proclamar en voz bien alta que el traje no está hecho a su medida, y de tal modo establecerá una distancia entre el traje y su persona.
Evocando a Gombrowicz
Recopilación y fotos de Miguel Grinberg
Editorial Galerna - Mutantia, 167 páginas
Los fragmentos extraídos pertenecen a los prólogos de la novela Ferdydurke y la obra de teatro El casamiento, de WG, y del artículo Pompa y Circunstancia, de Miguel Grinberg
Los dibujos son de Marino Betelú, amigo de Witoldo
Fuente: revista Teína.
2 comentarios:
Sinceramente me parece sumamente interesante, me impresionó mucho la pregunta inicial.
www.ficciones.cl
espejoazul.wordpress.com
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